sábado, 23 de junio de 2012

Bajo cero





Las palabras saliendo de tu boca estufa
convirtiéndose en mis oidos en bolitas de nieve.
La leña que no me alcanza.
La soga anudada.
El puente roto.
Las estalactitas de lo que fuimos
amenazándome desde  el techo.
La magia tiritando pálida.
El avión estrellado y humeante.
Vos pidiéndome que te dibuje un cordero
pero el viento tan frío 
que la mano se me quiebra
sólo de intentar garabatearlo en el aire.



Foto: Jazmín Bretón

miércoles, 20 de junio de 2012

Turismo de vos



Entonces es un correr por Avenida de Mayo alejándonos de la horda de vanidad, un caminar por caminar, un caminar de barriletes y telescopios de  chocolate , una nube acurrucada en tu hombro haciéndose lluvia en mis manos, el centro de Buenos Aires pareciendo la última sucursal de la felicidad, el vino de tu abrazo,  tu cintura un altar en donde adoramos a las ganas, mi curiosidad de cómo hay un resto de cielo que sobrevive sin tu piel, un libro inédito en tus ojos, tus gestos retardando el otoño, la piedrita llegando al cielo, los versos que sólo se leen de tu mano, los muchachos del camión pidiendo un beso, la puerta giratoria de siempre, el miedo como una chaquetita gris que abriga el presente, un sillón rojo en donde dormimos la pena a risas, un 152 transportando una valija retenida por otro alguna vez en la aduana, un túnel regalándonos un eclipse en plena noche, la promesa de un pájaro, de un viaje, de dos, la vuelta a la calle y tus pasos como un saltar de cabritos haciendo inexistente la distancia a la luna.
Lo que quise decir fue tu nombre, que es como decir todo la parte del mundo que quiero tocar.

Mosquito por un día





En el comedor, un estribillo juega a las escondidas con un cantautor mientras, en su cuarto, Jazmín le grita “pica” a unos miedos.
A la vuelta de la esquina, a Paz la detienen por portación de nombre.
Un globo se suelta de la mano de Lautaro y cae en el funeral de un dictador.
Unos metros más arriba, en el aire, un pájaro entra en la turbina de un avión.
doscientos pasajeros resultan ilesos. Un pájaro, no.  
En tierra, una azafata le indica la salida de emergencia a alguien que no puede volar.
Una mujer arranca una margarita, dejando sin comida a una abeja.
La margarita se venga, le contesta  siempre “ nada”
Un panqueque hace caso omiso de la ley de gravedad y se adhiere del cielo raso un rato largo ; un ángel no puede y cae impávido a la tierra. Le ponen de nombre Rocío.
Una pareja se empeña en escribirse el destino, pero uno de los dos no entiende la letra.
Un tipo decide no tomar más café, pensando que así se va a pasar la frustración que siente por lo que le pronosticaron en la  lectura de la borra.
En algún museo lejano, la mona lisa se deprime, hubiera preferido mucho más ser  a cuadritos.
Un poco más acá, alguien que por exceso de abrigo no puede ser parte del aire, termina un texto de  doscientos treinta y nueve  palabras.